Parásitos más comunes de gatos y perros

¿Quién que haya tenido una mascota no ha visto que haya cogido pulgas o garrapatas alguna vez ? Seguro que las hemos visto, pero muchas veces nuestro perro o gato tiene otros parásitos más difíciles de detectar que una garrapata enganchada en la oreja.
De hecho en ocasiones nos damos cuenta de que nuestras mascotas comienzan a rascarse, cambian de humor, están más agotados de lo normal, o incluso tosen sangre. Estos síntomas también pueden deberse a parásitos, tanto externos como internos. Con este artículo os mostramos una mini-guía para aclarar un poco más la sintomatología fisiológica parasitaria de nuestros queridos compañeros. En el explicamos los tipos de parásitos más comunes, si bien es cierto que existen muchos más. Estos son:

PULGAS
Estos parásitos son de los más frecuentes tanto en perros como gatos. Esto es debido a que pueden aparecer durante todo el año, siendo los meses de verano los más prolíficos. Además nos los podemos encontrar en diversos ambientes, como un parque donde saquemos a nuestro perro o el jardín de nuestra casa. También en interiores como alfombras, sillones o rincones poco limpios. A este problema se le añade el de su acentuada reproducción, pudiendo producir una hembra más de 1000 huevos en menos de un mes.
Las pulgas suelen provocar picores y, en el caso de que la mascota se rasque demasiado, diversos tipos de dermatitis. También pueden transmitir tenias o algunas enfermedades como anemia infecciosa.
Muchas veces se nos presenta el problema de que, al usar tratamientos antipulgas con nuestra mascota, vemos que en un corto periodo de tiempo vuelven a aparecer. Esto suele ser debido a los nuevos nacimientos de estas provenientes de capullos que hay en el entorno. En este caso es muy importante desinfectar tanto a tu mascota como casa o jardín para asegurarnos de que esa reproducción no se lleve a cabo, y no repetir el ciclo.
GARRAPATAS
Estos animales son artrópodos ( más emparentados con las arañas ), a diferencia de las pulgas, que son insectos, pero actúan de forma similar. Junto con las pulgas son los parásitos más abundantes, e igualmente aparecen en verano que en invierno. También es cierto que en las zonas donde hace más calor, como zonas del sur de España, nos las podemos encontrar con mayor frecuencia que en otras más frías.
Otro problema añadido con estos animales es que es muy complicado detectar sus nidos. Normalmente las vemos andando sueltas por el suelo, esperando a engancharse a nuestra mascota en cuanto entra en contacto con ellas, siendo sus partes preferidas las que tienen menos pelaje.
Una característica a tener en cuenta es que las garrapatas, para pasar su fase de adulto, necesitan alimentarse de sangre, durante un tiempo que puede oscilar entre los 2 y 10 días, dependiendo de la especie de garrapata y condiciones del animal parasitado. En el caso de que consigan alimentarse durante varios días, muchas veces se las puede ver a simple vista debido a su abultado tamaño.
Respecto a las afecciones, hay que decir que las garrapatas producen, en determinados casos leves, irritación o irritación con dolor, siendo los casos más graves aquellos en los que la garrapata transmite una infección. Los casos más típicos son los de enfermedad de Lyme, babesiosis, y ehrlichiosis ( consulte con nosotros para más información ).
Para prevenir las garrapatas existen diversos tratamientos parasitarios, como collares, champús, pastillas, sprays, polvo de diversas marcas. No obstante, si nuestra mascota ya tiene garrapatas, lo más adecuado es aplicar una loción de un antiparasitario para aflojar la sujeción de los parásito, y posteriormente extraer las que queden con unas pinzas especiales para ello.


GUSANO DEL CORAZON O DILOFILARIA
Este parásito interno de Europa del Sur y del Este se transmite de un animal a otro a través de la picadura del mosquito. Este, al picar a un animal que ya tiene larvas jóvenes, las transporta de nuevo hasta el siguiente animal al que pique. Posteriormente el gusano crecerá hasta alcanzar una longitud de hasta 30 cm, alojándose principalmente en pulmones, vasos sanguíneos y corazón.
Los síntomas que la dilofilaria provoca en nuestra mascota pueden ser bastante graves. Estos pueden ir desde falta de apetito, hemorragias nasales o bucales, desmayos por debilidad, hasta hinchazón o insuficiencia cardíaca.
El mejor remedio para evitar este parásito es recibir un tratamiento preventivo recomendado por nuestro veterinario, de lo contrario habría que ver en qué nivel de avance del parásito se encuentra la mascota, para aplicar tratamientos bastante más complejos, llegando incluso a necesitar cirugía.
ANCYLOSTOMA O GUSANO GANCHUDO
A diferencia de la dilofilaria, estos gusanos prefieren el aparato digestivo, fijándose a la pared abdominal y alimentándose de sangre. Para reproducirse, liberan sus huevos, los cuales pasan al exterior a través de las heces. Al nacer las larvas de los huevos, estas permanecerán a la espera de infectar al siguiente animal. Esto puede ocurrir por simple contacto con la piel o por un lametón a la zona donde la larva se encuentre.
Los gusanos ganchudos provocan al alimentarse hemorragias internas, lo que puede provocar anemia o diarreas con sangre, produciendo esto a su vez pérdida de peso. Las hemorragias pueden ser especialmente peligrosas para cachorros y gatitos, al no poder sobrevivir a una hemorragia sin transfusión.
Como medida preventiva principal intentaremos que nuestra mascota no entre en contacto con basuras o heces de otros animales. Además es recomendable llevar periódicamente a nuestra mascota al veterinario para realizar los análisis y desparasitaciones correspondientes.


ASCARIS O GUSANO REDONDO
Estos gusanos ( que también pueden infectar a los humanos ), son los más habituales de todos los parásitos internos de tipo gusano, tanto en perros como gatos, ya que las hembras pueden llegar a poner 300000 huevos cada día. Estos huevos son eliminados a través de las heces, y pueden permanecer vivos varios años, a la espera del siguiente huésped. La mascota los cogerá de la misma forma que el ancylostoma, mediante contacto bucal, olfateando o a través de la piel.
Los ascaris viven en el intestino y, a pesar de que en determinadas ocasiones no se muestran síntomas de enfermedad, en otras pueden provocar síntomas del aparato digestivo, como vómitos o diarrea. En casos más aislados pueden provocar problemas respiratorios o incluso neumonía, al migrar los gusanos del aparato digestivo hacia los pulmones.
Para prevenir el gusano, lo mejor es evitar el contacto con superficies y heces sospechosas de tenerlo. En caso de infección, el animal puede tomar un tratamiento oral.
Como bien hemos dicho antes, este es un resumen de los parásitos más frecuentes de tu mascota. Si necesitas información adicional tanto de diagnóstico como de tratamiento de parásitos externos o internos, no dudes en ponerte en contacto con nosotros. Uno de nuestros especialistas te atenderá y te resolverá cualquier duda sin compromiso.

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